Nos morimos de sed viendo el río

Carta abierta a los operadores de fibra óptica

Debe hacer como 15 años; una obra abrió de arriba a abajo nuestro pueblo. Una zanja atravesó a lo largo el término municipal. Estaban metiendo “un cable de telefónica que serviría para conectar con el norte de España”. Era una troncal de fibra óptica. En aquel momento la fibra óptica era poco más que un concepto que salía en la tele, la mayoría de la gente no tenía ni siquiera adsl incluso en las ciudades y los datos nos llegaban con aquel inconfundible pi-piribiiii del módem.

En estos últimos años la tecnología y la velocidad no paran de aumentar. Todo está conectado Todo es internet. Las series de TV, ver las noticias, comprar un billete del autobús, hacer una carrera universitaria online o incluso nuestros coches. Pero todos esos servicios cada vez requieren más datos, mayor ancho de banda y la adsl queda corta (y cada vez quedará más).

La España Vaciada pierde competitividad a pasos agigantados, pueblos como el nuestro cada vez presentan más problemas para atraer a nuevos pobladores y si duda las comunicaciones es uno de los más graves.
¿A qué personas puede ofrecer oportunidades un pueblo como Cerezo?
Uno de los posibles nuevos pobladores del mundo rural son profesionales que pueden realizar su trabajo en remoto. Teletrabajadores que se conectan desde cualquier lugar para mandar sus proyectos. Sin embargo es muy probable que muchos de ellos tengan problemas con una adsl común (videollamadas, envío de imágenes, vídeos o grandes cantidades de datos son el día a día de muchas personas) o incluso con 4G que tiene más restricciones al consumo de datos.

Es triste que en Cerezo no se pueda tener una conexión de datos competitiva. Sabemos que no somos negocio para ninguna operadora, serán pocos quienes soliciten una conexión de alta velocidad pero no es justo que ese sea un posible motivo para que una persona no se quede a vivir en este pueblo, más aún si pensamos que precisamente esa fibra óptica que nos gustaría disfrutar está a pocos metros de nuestras casas, que la fibra que hace que un usuario de Burgos se conecte pasa por nuestra puerta, que morimos de sed viendo el río, que un pueblo más puede desparecer por falta de servicios competitivos.

¿Podría ser Cerezo un municipio piloto en la aplicación de nuevas tecnologías en el mundo rural?

Fibra óptica - CERCA Colectivo de Emprendimiento Rural de Cerezo de Abajo

Cerezo de Abajo, mediados de los 80

Cerezo de Abajo, mediados de los ochenta; los últimos rasgos visibles del Cerezo ganadero y típicamente rural. Cuando todavía quedaban en alguna casa vacas que sacaban al camino de la Sierra todos los días, a pastar a la dehesa. Cuando las gallinas picoteaban en la calle o los burros tiraban de los carros llevando cargas de leña o de hierba.

Me contaba hace años un ganadero de aquí que tenía un perro que mantenía la calle bien limpia, os lo explico: las vacas salían de las casas hasta el camino de la sierra, pues este perro, Full se llamaba, cada vez que salía una vaca de la cuadra la corría toda la calle adelante hasta que llegaba al camino de la sierra, así mantenía ese tramo de calle limpia de excrementos vacunos.

Pues por aquellos años cuando ya se estaba notando mucho la despoblación, una corporación emprededora sacó un anuncio en la prensa donde se ofertaban parcelas para la creación de un polígono ganadero y un día de marzo de aquel lejano 1985 vino gente de lo mas variopinta a ver en que consistía ello.

El caso es que ese polígono salió adelante; unos pusieron visones, otros conejos, incluso alguno se atrevió con las lombrices. Probablemente más de uno ni sabía a lo que venía, quizás hubiera hecho falta una selección de personal, gente que tuviera claro a qué se enfrentaba, pero bueno, los pocos emprendedores que lo sacaron adelante revolucionaron de alguna manera la cotidianidad en Cerezo.

Ahora ya no hay vacas por el pueblo, las que hay viven todo el año en la dehesa, ni gallinas buscando lombrices por el suelo, están todas en sus gallineros, ni burros llevando la carga, ahora ya solo son motivo de curiosidad. Que todo esto no sea motivo de nostalgia, ni mucho menos, la vida de antes era muchísimo más dura que ahora y mejor que no haya lombrices en las calles, significa que las tenemos bien asfaltadas pero….

Había mas vida en el pueblo, es por lo cual que animamos a todos a que vengáis más a Cerezo a pasear, a disfrutar de esos pocos que se han quedado, a recuperar huertos, parcelas, casas, a compartir ratos de charla en el bar o en la plaza o en las eras o en la fuente preñá, que más dá.
Intentemos entre todos recuperar sendas perdidas, fuentes abandonadas, caminos olvidados. Pongamos cada uno de nosotros un granito de arena para que cada día haya más casas ocupadas, aunque solo sea los fines de semana, a que cada día haya más chimeneas echando humo, a que salgas a la calle y digas: ¡coño! que bien huele ese cocido que esta haciendo el susodicho o la susodicha.
A que haya más:
– Buenos días
– Menuda pelona que ha caído esta noche ¡eh!
– Menos mal que tenía los tomates tapados
– Mira yo no he tenido que hacerlo que este año, tengo el huerto en barbecho.

Os esperamos hijos de Cerezo, porque al fin y al cabo somos una gran familia. Esa que llaman Los Coritos.